Desde el momento en que la alarma comienza a sonar en la mañana, el estrés ya forma parte de la jornada de trabajo, pero la clave está en aprender a manejarlo y por ello el ejercicio es una buena opción para dominar las hormonas del estrés, pero los alimentos también pueden tener un impacto importante en la reducción de síntomas; tales como aumento en el ritmo del pulso, la hipertensión y los músculos tensos.
Los alimentos ricos en vitamina B pueden ayudar a combatirlo y la cocina en sí misma puede ser muy terapéutica también.
Las vitaminas del grupo B apoyan el sistema nervioso y son esenciales para la producción de energía y estimular el sistema inmune, que sufre bajo el estrés constante.
También ayudan a mantener los niveles de azúcar en la sangre, para equilibrar su energía y estado de ánimo llevándolos a la estabilidad, podemos encontrar estas maravillosas vitaminas del grupo B; en el brócoli, cereales integrales, lentejas, salmón, nueces, semillas de girasol, huevos y Marmite, etc.
La vitamina B5 “Ácido pantoténico” a menudo recibe el nombre de la “vitamina anti-estrés”.
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