
Muchas personas consumen alimentos en respuesta a algún sentimiento o estado de ánimo. El problema es que, durante sus episodios de sobrealimentación, tienen la tendencia a buscar alimentos altos en azúcar, grasas y sodio, lo cual puede interferir en un programa de control de peso.
Aqui les dejo unos consejos para manejar este problema y que tu estado de ánimo no interfiera en tu plan de control de peso.
•Mantén un diario. Antes de comer, analiza si la razón por la que quieres comer es porque tienes apetito. Este simple proceso te ayudará a identificar si eres un comedor emocional.
•Identifica las situaciones o emociones que desencadenan tu necesidad de consumir alimentos, aun si no tienes apetito. Si conoces estas situaciones, se vuelve más fácil prevenir un episodio de alimentación emocional.
•Aprende a manejar estas situaciones o emociones desviando tu interés lejos de la comida. Camina, platica con una amiga o ve al gimnasio. Tu mente estará ocupada y no tendrás la necesidad de esconderte en los alimentos.
•Mantén alimentos nutritivos. Si eres víctima de un episodio de alimentación emocional, en lugar de seleccionar alimentos altos en grasa y azúcar, tendrás la opción de hacer una elección más nutritiva.
•Piensa positivo y mantén en mente tus metas. Cuando estés a punto de caer, piensa en los cambios que has logrado y en las grandes metas que quieres cumplir.
•Descansa y duerme lo suficiente. En varios estudios, se ha visto que las personas que duermen suficiente están menos propensas a padecer de alimentación emocional que las personas que no lo hacen.
via: midieta.com
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