A veces no hace falta seguir estrictas dietas, pasar hambre, comer solo verde... Para adelgazar, en ocasiones, solo se requiere cambiar el chip y modificar nuestras conductas. Por ejemplo... ¿Cuántas veces comes rápido, sin masticar y sin sentarte?, ¿Cuántas veces respetas tu hora de comida?... La realidad es que para despedirse de los kilos de más que se van acumulando día a día sin darnos cuenta es necesario empezar a actuar bien.
•Comer sentado: la hora de comer, a partir de ahora es sagrada. Nada de estar de pie, de arriba para abajo... hay que 'tomar conciencia de que estamos comiendo y además, reduce la ingesta de todo tipo de alimentos que a medida que encontramos mientras caminamos, vamos picoteando'.
•Comer en plato de postre: si vemos en un plato grande un puñado de pasta, nos desanimamos, sin embargo, si esa misma cantidad la servimos en un plato de postre, la sensación visula es diferente y nos saciamos antes.
•Apagar la TV, el ordenador o la radio: en nuestra hora de comer, debemos evitar distracciones, como tener encendido el televisor, el ordenador o estar pendiente del móvil. 'Comer sin distracciones permite concentrarnos en lo que comemos y darnos cuenta de la cantidad, la calidad y el tipo de alimentos que estamos ingiriendo, lo cual, incide psicológicamente en el momento de frenar el consumo'.
•Masticar bien: es recomendable masticar unas 40 veces, hecho que me parece excesivo, pero si es cierto, que engullir no es sano. Si nos acostumbramos a masticar y saborear con detenimiento los alimentos, no saciaremos antes y nuestro apetito se calmará más rápidamente.
•Realizar un registro diario de alimentos: anotar los alimentos consumidos, su horario y la cantidad ingerida ejerce un efecto de autocontrol que previene el sobreconsumo alimentario y por ello, favorece la pérdida de peso.
Fuente: Vitonica.com
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