Cuida tu línea: ¡hazte con un wok!


¿Si todavía no tienes un wok, a qué esperas para hacerte con uno? Tal vez te preguntes el porqué, pues toma nota:
Este utensilio, procedente de China, no es más que una sartén que puede ser usada como olla y que te permite cocinar los alimentos ¡sin apenas grasa pero con mucho más sabor! Con el wok puedes hacer de todo: freír, cocinar al vapor, saltear… ¡lo que se te ocurra! Aprende a utilizarlo para comidas bajas en calorías.

Para cocinar al vapor

La forma más sencilla es coger un bol e introducirlo en el wok para que soporte el calor. Poner encima un plato hondo con los alimentos y taparlo.

Para saltear

Lava los ingredientes y córtalos en pequeños trozos. Aderézalos con sal, pimienta o los condimentos que quieras.
Cuando el wok esté caliente, vierte dos cucharadas soperas de aceite de oliva, moviendo el recipiente para que cubra también las paredes, (verás que la forma del wok permite un fácil manejo). Calienta el aceite y después echa los alimentos. Remueve continuamente y cuando estén hechos déjalos reposar en el centro para que queden crujientes.

Para cocer y freír

No dudes en utilizar el wok para cocer como si fuera una cacerola tradicional.
La mejor manera de reducir la cantidad de grasas es añadir al principio una o dos cucharadas de aceite de oliva.
Si quieres freír, llénalo de aceite de oliva hasta la mitad. Corta los alimentos en trocitos y sécalos bien antes de echarlos para que no salten. Déjalos unos minutos hasta que estén dorados y… ¡listo!

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