Además de las llaves de tu casa, la billetera y el teléfono celular, hay algo más que no debe faltar en tu mochila, bolso o cartera cuando sales de casa: la merienda portátil. Te estoy hablando de aquellos alimentos que llevas diariamente en tu mochila cuando vas al colegio, el trabajo o a pasear, que resultan fundamentales en todo manual de la buena alimentación.
¿Por qué son tan importantes? En primer lugar, porque nos dan la energía que necesitamos para continuar con nuestras actividades cuando nos encontramos fuera de casa. Además, porque nos ayudan a calmar el hambre durante el día, evitando que luego arrasemos en el almuerzo y la cena.
Pero las meriendas portátiles no deben ser cualquier comida. Lo mejor es combinar una variada oferta de alimentos de los distintos grupos alimenticios. Por ejemplo, un yogurt, leche o queso te asegura huesos fuertes mientras que las barritas energéticas, los cereales y las galletitas proporcionan energía para los músculos y el cerebro.
Frutas tan pequeñas y fáciles de transportar como la manzana, la pera, la naranja y las uvas te brindan las vitaminas y minerales necesarios para proteger tu sistema inmunológico, al igual que vegetales como la zanahoria, el brócoli y el tomate. Otras opciones para las meriendas portátiles son el pan integral y los frutos secos.
Sin duda, estas ideas de meriendas de mochila resultan mucho más saludables que las que compras por ahí en los locales de comida rápida. Por supuesto, puedes incluir galletitas dulces en tu bolso, pero no todos los días porque elevan el nivel de insulina y el consumo de azúcar en exceso te hará subir de peso. Lo mejor es que varíes y optes por aquellas que te aportan los nutrientes necesarios para continuar tu rutina con energía.
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