Los mayores errores que puedes cometer con tu dieta

Tal vez puedas estar completamente seguro de cuáles son tus metas con respecto al peso y a la dieta que quieres llevar. Sin embargo, si estás haciendo algo mal sin saberlo únicamente terminarás con una gran frustración y sin lograr tus objetivos. Veamos cuáles son los errores principales que puedes cometer con tu dieta.

El primer error es seguir una dieta prescrita de antemano. Probablemente una dieta presentada en una revista o en un sitio web únicamente pueda ser tomada como una directriz. Esta no tiene en cuenta factores como tu peso corporal, tu metabolismo o tus metas personales. Por eso es necesario modificarla en función de tus intereses y necesidades.

Si eres fisicoculturista o entrenas tu músculos no será una buena idea que comas toda la comida que se presente a tu paso. Si bien deberás consumir una gran cantidad de calorías debes hacerlo de forma inteligente. Intenta equilibrar la cantidad de carbohidratos, proteínas y grasas que consumes.

Además, asegurate de comer varias veces a lo largo del día para acelerar tu metabolismo. ¡Por supuesto que comer demasiado poco tampoco será una buena decisión! A medida que aumentas tu masa muscular deberás aumentar de forma correlativa tu consumo de calorías.

Muchos creen que todas las grasas son enemigas acérrimas del buen estado físico. Esto no es así. En el variado mundo de las grasas solamente debes evitar las grasas trans y consumir en pequeñas cantidades las grasas saturadas. Existen otros tipos de grasas como las monosaturadas y las poliinsaturadas que son fundamentales para llevar una dieta equilibrada.

Otro de los errores frecuentes es creer que los suplementos pueden sustituir a una buena dieta. Obtener los carbohidratos y las fibra de una píldora nunca será tan bueno para tu salud como obtenerlo de un alimento natural. Convierte a los alimentos en el centro de tu dieta y sólo añade suplementos si te lo aconseja tu médico o tu entrenador personal.

El punto clave para cumplir tus metas de fitness es comer de forma inteligente. Por más que te mates horas y horas en el gimnasio no servirá de nada si no pones atención a lo que estás comiendo.