¿Por qué nos gusta lo que más engorda?

Cuando vamos a empezar la dieta y vemos el menú de los alimentos permitidos hay algunos que brillan por su ausencia: los dulces, las hamburguesas, las papas fritas, la pizza, y un sinfín de comidas más. Todas ellas resultan deliciosas ante nuestro paladar, pero sabemos que no debemos ingerirlas con frecuencia para cuidar nuestra buena salud y mantener la silueta.

¿Para qué las papas fritas son irresistibles si solamente es recomendable comerlas de vez en cuando? Todo sería mucho más fácil si los alimentos más ricos fueran a la vez los más nutritivos y saludables para nuestro organismo, pero sabemos que no es así. La razón es que nuestra atracción por los azúcares y los alimentos ricos en grasas viene con los genes.

Un estudio de la Universidad de Dundee de Gran Bretaña realizó un test de alimentación en cien niños de edad escolar (entre 4 y 10 años) y notaron que, entre varias opciones, generalmente elegían las menos saludables. La conclusión fue que un 63% de la población nace con el llamado “gen de la obesidad”, el culpable del imán que nos atrae a la comida poco nutritiva y que nos hace comer 100 calorías extra en una comida.

Pero también hay más razones que explican por qué lo que nos parece más rico es lo que engorda. Los alimentos ricos en grasas, como la comida chatarra, resultan sabrosos porque provocan una sensación de deleite especial en nuestra boca y además poseen un alto grado de saciedad. Según los expertos, cuando se deja de comer grasas, en cierta medida, se pierde esa sensación.

Como sobre gustos no hay nada escrito, hay muchas personas que por suerte sí disfrutan de las delicias de la comida sana, como las frutas. Si ese no es tu caso, los hábitos siempre pueden ayudarte: comienza a comer más frutas y verduras diariamente y verás como tu organismo se acostumbra a ellas.