Estás sentado en tu sillón mirando la TV o simplemente con ganas de comer algo dulce… ¿en qué piensas primero? ¡En chocolate, por supuesto! Ya desde nuestra infancia asociamos el chocolate con una recompensa y cuando crecemos lo seguimos asociando al bienestar. El problema del chocolate es que su exceso puede aumentar el riesgo de hipertensión, de obesidad o de ataques cardíacos.
Se aconseja que los hombres no consuman más de 56 gramos de azúcar adicional* por día y las mujeres no más de 50 gramos. Tengamos en cuenta que una barra promedio de chocolate con leche contiene alrededor de 30 gramos de azúcar. Por lo tanto, la cantidad de chocolate que podremos disfrutar es bastante limitada.
Si durante el día te ves con la necesidad de aumentar tu nivel de energía y decides comer un snack optar por otras opciones. Existen alternativas más saludables como una sándwich o una banana. Estos alimentos incrementan nuestro nivel de azúcar gradualmente. De todas formas lo mejor es anticiparnos a estos momentos y tener a mano un snack saludable como una fruta. Incluso una bebida caliente también te podrá resultar reparadora.
Otra opción para aliviar la falta de chocolate: ¡el ejercicio! La actividad física libera serotonina, un neurotrasmisor que promueve los estados de bienestar y que es llamada como “la hormona del placer” o ” la hormona del humor”. Además, y al igual que el chocolate, también libera endorfinas.
De todas formas, cuando vayas a comer chocolate eligelo con cuidado. El chocolate amargo tiene un contenido menor de azúcar y una mayor concentración de antioxidantes. Además, si eliges un chocolate con frutas secas te asegurarás un consumo mayor de proteínas. Lo importante: intenta limitarte a un par de pedazos de chocolate. Además así aprovecharás para recortar calorías.
* El azúcar adicional es aquel que no consumimos naturalmente en los alimentos. Son azúcares extra, por ejemplo, aquellos que consumimos cuando bebemos gaseosas.
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