Una vez que una persona ingresa en un círculo de negatividad, los malos hábitos y los estados emocionales negativos pasan a convertirse en materia prima. El alcohol puede causar culpa, la depresión nos puede llevar a consumir drogas legales y a comer, y viceversa. De hecho, ahora la conexión es oficial, al menos para mujeres.
Los resultados de una investigación realizada por la Dr. Carolyn A. McCarty del Seattle Children’s Research Institute han comprobado que el consumo de alcohol, el sobrepeso u obesidad, y los estados de ánimo de tipo depresivo están relacionados, en una tricotomía que se retroalimenta y cuyos elementos son interdependientes entre sí.
Para ello analizaron mujeres y hombres durante más de veinte años, prestando atención a sus malos hábitos, su alimentación y su salud mental, logrando comprobar que en mujeres la presencia de uno de estos tres factores condicionaba la aparición de al menos uno de los restantes, algo que no ocurría en hombres.
Así las mujeres que estaban deprimidas solían ser obesas, lo cual también estaba causado por su consumo de alcohol. De hecho, la obesidad también causaba depresión y dependencia de alcohol. Sin embargo, en hombres los factores no aparecían conectados entre sí.
Esto puede ser visto como un problema grande, pues el tratamiento para combatir estos problemas puede ser visto como algo muy complejo. Sin embargo, sabiendo que están interconectados, logrando vencer al menos uno de ellos los pasos para eliminar los restantes pueden realizarse con mayor facilidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario