Toma en cuenta las etiquetas nutricionales
Casi todos los productos que compramos en el supermercado cuentan con etiquetas de datos nutricionales y, aunque puede ser un poco abrumador revisar cada etiqueta de cada producto que compramos, el hacerlo de vez en cuando puede mejorar notablemente la calidad de nuestra alimentación.
Asimismo, al leer una etiqueta nutricional es importante considerar todos los datos y no únicamente el número de calorías por porción, pues a veces un bajo contenido calórico significa una dosis mayor de grasas o una reducción significativa en la cantidad total de fibra, vitaminas o minerales.
Y, dependiendo de lo que se desee, se puede enfocar en ciertos datos únicamente. Por ejemplo, las personas que deseen bajar de peso o que presenten problemas de diabetes, deben enfocarse en los datos de calorías, grasas, colesterol y azúcar; mientras que las personas que sufren de hipertensión deben concentrarse en la cantidad de sodio -su consumo debe ser menor a los mil 500 mg al día-.
Otros datos importantes a considerar son:
Porción.- Es la cantidad que se recomiendo consumir; si el producto cuenta con 2 porciones, se debe consumir idealmente sólo la mitad y guardar el resto para otra ocasión.
Calorías.- Si presenta 40 o menos calorías, es un producto bajo en calorías; si por el contrario son 400 o más, se trata de un producto con muchas calorías.
Grasas.- Se debe cuidar que la grasa trans sea reducida, pues es este tipo de grasas el que se encuentra asociado al aumento de colesterol malo.
Fibra.- Se deben ingerir 25 g o más al día, por lo que elegir productos que indiquen un alto valor de este nutrimento es benéfico.
Sodio.- Ingerir más de 2 mil 400 mg de sodio al día puede ser perjudicial y provocar retención de líquidos, hipertensión y padecimientos cardiacos. Por esto, en productos que presenten grandes cantidades de sodio, es muy importante comer sólo una porción del total del producto.
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