Quemar grasas
La alimentación
No nos engañemos: todos los alimentos que aporten energía engordan más que adelgazan..., excepto algunos con propiedades sorprendentes:
El salvado de avena. Si mezclamos estas fibras con otros alimentos se crea una especie de gel pegajoso que evita la asimilación (el acceso a la sangre) de una parte de sus nutrientes (sobre todo grasas y azúcares) y de sus calorías.
El agaragar. Es una alga que aporta casi 0 calorías y que, además, capta azúcares y grasas y evita la asimilación calórica de las alimentos.
El limón. Al reestabilizar las funciones hepáticas, activa el metabolismo y frena el almacenamiento de las grasas. Así mismo, contribuye a normalizar el nivel de azúcar en sangre y a evitar el almacenamiento de azúcares en forma de grasa.
El café. La cafeína de este poderoso excitante estimula el organismo. Cada taza consumida aumenta en un 15 % el gasto de energías que tendrá lugar en las horas siguientes.
Para agotar las reservas de gasas es indispensable reducir las aportaciones energéticas consumiendo menos grasas y azúcares y más proteínas (carne, pescado, huevos). Lo ideal es seguir una dieta hiperproteica.
Complementos alimenticios
Aunque aún no está oficialmente demostrado, hay algunas substancias que tienen la capacidad de quemar grasas. Las podemos encontrar en complementos alimenticios quemagrasas (en forma de cápsulas, botellita desechables, etc.).
Ácido linoleico conjugado. Es un ácido graso que favorece el aumento de la termogénesis en la zona de las células musculares, así como la reducción del almacenamiento en las células adiposas.
Té virgen. Rico en cafeína y polifenoles, tiene una acción lipolítica y aumenta la termogénesis.
Café verde. Estimula la degradación de las grasas y aumenta el gasto energético por lo que favorece la pérdida de peso.
Calcio. Un estudio ha demostrado que una dieta acompañada por un aporte en calcio aumenta la pérdida de peso: disminuye la cantidad de insulina producida y, por lo tanto, la capacidad de almacenamiento de grasa del organismo.
Cromo. Este mineral ralentiza la asimilación de los azúcares.
La cosmética
La molécula más utilizada en las cremas adelgazantes con propiedades reductoras es la cafeína. De hecho es la única cuya eficacia ha sido clara y seriamente demostrada mediante estudios. La cafeína estimula algunos receptores de las membranas de las células grasas y favorece su fundición. Para una mayor eficacia, la crema reductora debe aplicarse con un rodillo masajeador, cada día durante un tiempo determinado.
La actividad física
Practicar un deporte de una intensidad moderada durante un tiempo importante es lo más eficaz para eliminar los michelines y las cartucheras. Cuando se hace ejercicio, tras quemar la energía inmediatamente disponible (el azúcar), el organismo moviliza las reservas de grasa. Y una buena noticia es que cuanto más lenta y prolongada es la actividad más se combaten las células adiposas. Así pues, si salimos a andar consumiremos un 45 % de grasa, si practicamos marcha, un 35 % y si corremos, un 25 %. No vale la pena agotarse.
Para quemar grasas hay que privilegiar las actividades de larga duración como salir a caminar, ir en bici, patinar o hacer natación. Un rato largo pero sin forzar el organismo.
Los cuidados
En centros de estética. Las ondas electromagnéticas favorecen la fundición de las reservas energéticas grasas. Con esta práctica se consigue actuar sobre la dilatación de los vasos sanguíneos, una mejora de la microcirculación y un aumento de la saturación en oxígeno en la sangre. Los ultrasonidos de baja frecuencia producirían tres efectos principales: aumenta la temperatura de los tejidos dañados, se forman cavidades que implican un incremento de la permeabilidad capilar de las células adiposas y se crea una acción mecánica desfibrosante de los tejidos de separación presentes en la epidermis. De momento ninguno de ellos ha sido demostrado.
En medicina estética. La liposucción sigue siendo la técnica más eficaz para eliminar la grasa almacenada. Pero hay que cuidarse mucho tras la operación para que la grasa no vuelva a hacer acto de presencia.
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