Spinning: Cuando la salud se pone de moda

Los alcances del spinning y la regulación los gimnasios son parte de este artículo que pone en escena un tema primordial: la actividad física como valor que contribuye ampliamente a la salud.

Esta vez, el tema es el ciclismo estacionario, una actividad que crece enormemente en los gimnasios, con efectos tan significativos como positivos sobre la calidad de vida de la gente.
Sergio Magnani es instructor de spinning en la cadena de gimnasios Flex. Al ser entrevistado, afirmó que el spinning tiene grandes virtudes pues “se trata de una actividad cardiovascular en la que el alumno entrena la parte aeróbica y oxidativa. Con el ciclismo estacionario mejorás el sistema cardiovascular y respiratorio pero también se aprovechan al máximo los nutrientes y se queman grasas”.

Como lo hemos dicho en varias oportunidades, está comprobado que cuando alguien realiza una actividad cardiovascular, al término de un mes reduce los niveles de colesterol habitualmente llamado “malo”. Magnani coincide con esto y agrega que “al cabo del primer año de actividad controlada descienden los factores de riesgo de infartos”.

El entorno
La música marca el ritmo de la actividad. Melodías generalmente electrónicas que estimulan y motivan al alumno. De a poco la gente empieza a concentrarse en lo que hace y sus piernas, casi por intuición, van siguiendo el nivel de intensidad que marca e impone el equipo de audio.
Es entonces cuando los quince o veinte alumnos montados a sus respectivas bicicletas generan una química particular: se comportan como si se tratara de un equipo, de un grupo que parece ir en pelotón hacia un mismo objetivo, aunque están allí, en una calurosa sala y todos en el mismo lugar. No avanzan, pero sus pulsaciones son similares a las de un ciclista en plena ruta con Los Pirineos a su alrededor (Existen varios videos de spinning). Están motivados y sólo piensan en mejorar realizando mejores gestos técnicos. Están entrenando.
En ese punto es donde aparece con importancia la figura del profesor o instructor. En la actualidad existe una gran carencia de personal idóneo y capacitado adecuadamente. Magnani cree en la importancia de una especialización en la disciplina del ciclismo estacionario, y le comentó con N&P un dato alarmante: “el problema es que no todos los profesores son certificados ni tienen conciencia de lo importante que son en la clase. La responsabilidad es grande, porque hay que concientizar al alumno de que está haciendo un proceso de entrenamiento y de que cada rutina tiene un por qué. El alumno tiene que saber y entender aquello que realiza porque cuanto más conciente es de lo que hace, más resultados logra”. Pero fue más allá al decir que “el profesor no puede desconocer los procesos fisiológicos ni los caminos metodológicos destinados al entrenamiento aeróbico en general”.
Uno de los inconvenientes con los que se encuentran los gimnasios es que no hay recursos humanos formados para el trabajo en serio. José Luis Botarelli, de One on One, coincidió con Magnani en relación con la escasez de personal idóneo en nuestra ciudad, y recomendó que a la hora de elegir un gimnasio la gente tenga en cuenta varios aspectos de importancia que diferencian a los buenos sitios de los demás. Veamos, “no considerar el precio como una razón determinante, que el alumno sea tratado como una persona y no como un número, que el lugar no sea masivo sino personalizado, que se realicen seguimientos de los movimientos y gestos corporales, que efectúen diagnósticos médicos, que se les pida a los alumnos sus controles clínicos de rutina y se lleve una ficha de salud de la persona, que el titular o responsable a cargo del gimnasio sea un profesional especializado en la material con conocimientos claros en la metodología del entrenamiento y en cuestiones fisiológicas”.
De hecho, Botarelli tiene varios casos que reflejan la seriedad con la que ha trabajado: en los últimos años entrenó a tres pacientes con Mal de Parkinson. Según cuenta, la aspiración central era “brindarles las herramientas para que puedan reinsertarse en la sociedad recuperando confianza en sí mismos”. Para eso, la estrategia fue mejorar la tonicidad muscular y transmitirles seguridad. El objetivo estuvo logrado, con tres personas mayores de sesenta años.

Regulación
Tal como se puede advertir, la actividad en los gimnasios va más allá de la sola práctica de levantamiento de peso. Los dos entrenadores consultados coinciden en la necesidad de una regulación para la tarea de los instructores, algo que consideran tan difícil como fundamental.
Del mismo modo, entienden que la actividad física debe ser guiada y personalizada. El concepto de “gimnasio-supermercado” donde todo se consigue por $25 ya quedó atrás en los mejores centros de entrenamiento de la ciudad. Y es bueno que así haya sucedido, porque si la actividad está monitoreada por profesionales especializados se puede lograr, efectivamente, la premisa de entrenar, mejorar la calidad de vida y alcanzar un estado de salud óptimo

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