La importancia de las proteínas para nuestro organismo

Son uno de los nutrientes más importantes que requiere nuestro organismo ya que de ellas dependen diversas funciones esenciales.




Las proteínas ocupan un lugar muy importante entre las moléculas constituyentes de nuestro organismo. Prácticamente, todos los procesos biológicos dependen de su presencia y/o actividad, por lo que su consumo es fundamental para una correcta función de nuestros órganos.

La nutricionista del Centro de Tratamiento de la Obesidad la Universidad Católica, Andrea Valenzuela, explica que las proteínas son moléculas de gran tamaño formadas por largas cadenas de aminoácidos. El ser humano necesita un total de 20 aminoácidos, de los cuales 9 no es capaz de sintetizar por sí mismo y deben ser aportados por la dieta.

“Estos 9 son los denominados aminoácidos esenciales, y si falta uno solo de ellos no será posible sintetizar ninguna de las proteínas en la que sea requerido dicho aminoácido. Es típica su carencia en poblaciones en las que los cereales o los tubérculos constituyen la base de la alimentación��?, sostiene la especialista.

La profesional agrega que entre las principales funciones que cumplen las proteínas en nuestro organismo son:

• Estructura básica de la actina y la miosina (responsables finales del acortamiento del músculo durante la contracción) y del colágeno (integrante de fibras altamente resistentes en tejidos de sostén).

• Desempeñan funciones metabólicas y reguladoras (asimilación de nutrientes, transporte de oxígeno y de grasas en la sangre, etc.)

• También son los elementos que definen la identidad de cada ser vivo (estructura del código genético (ADN).

• Casi todas las enzimas, catalizadores de reacciones químicas en organismos vivientes están formadas por proteínas.

• Estructura de anticuerpos, encargados de acciones de defensa natural contra infecciones o agentes extraños.



Fuentes de proteína
La nutricionista indica que en la dieta de los seres humanos se pueden distinguir proteínas de origen vegetal -legumbres (garbanzos, porotos, lentejas, soya y sus derivados), frutos secos, cereales y sus derivados (harinas, arroz, fideos, pan), hortalizas y frutas-; y proteínas de origen animal -carnes de vacuno, cerdo, cordero, ave, huevos, pescados, leche y todos sus derivados (quesos, yogurt), crustáceos y mariscos.

La especialista indica que el conjunto de los aminoácidos esenciales sólo está presente en las proteínas de origen animal. “En la mayoría de los vegetales siempre hay alguno que no está presente en cantidades suficientes. Por ejemplo, las proteínas del arroz contienen todos los aminoácidos esenciales, pero son escasas en uno, lisina. Si combinamos el arroz con lentejas o garbanzos (abundantes en lisina), la calidad biológica y aporte proteico resultante de esta preparación es mayor que el de la mayoría de los productos de origen animal��?, sostiene la profesional.
Recomendaciones de consumo
A juicio de la especialista, se recomiendan unos 40 a 60 grs de proteínas al día para un adulto sano. “La Organización Mundial de la Salud y la R.D.A. de Estados Unidos recomiendan un valor de 0,8 gr. por kilogramo de peso al día. Cabe destacar que durante el crecimiento (niños, adolescentes), el embarazo o la lactancia estas necesidades aumentan��?, indica.

En cuanto al papel de las proteínas en el tratamiento de la obesidad, Andrea Valenzuela explica que la calidad y cantidad de ellas que se consumen cobra mayor importancia debido a que ayudan a que las personas sientan saciedad después de su consumo.

“Es uno de los nutrientes que produce mayor sensación de saciedad por lo que disminuye la ´ansiedad´ por picotear después de las comidas. Además el gasto energético que implica el metabolismo de las proteínas es mayor que el de otros nutrientes��?, asegura.

Respecto de las mejores opciones proteínicas la profesional recomienda todo tipo de pescado, carne de pollo o de pavo sin piel ni grasa, productos lácteos bajos o libres de grasa, huevos, carnes rojas magras o bajas en grasas (posta rosada o negra, asiento, pollo ganso, filete, lomo liso), legumbres, y derivados de soya como el tofu y la leche de soya.