Recientes estudios clínicos demuestran que los niños y jóvenes obesos tienen altos riesgos de sufrir trastornos psicológicos, enfermedades cardiovasculares, ortopédicas y alteraciones endocrinas tales como resistencia insulínica, diabetes mellitus tipo 2 y problemas menstruales. Por ello la importancia de prevenir con hábitos alimenticios saludables que deben comenzar por el hogar.
La obesidad es considerada en la actualidad como una epidemia mundial tanto en adultos, como en niños y adolescentes. Estudios recientes realizados en distintos países demuestran que entre un 5% y 10% de los niños en edad escolar son obesos, mientras que en los adolescentes la proporción aumenta hasta situarse en el orden del 10% y 20%.
La nutrióloga Pascuala Urrejola, experta en obesidad infantil del Centro de Tratamiento de la Obesidad de la Universidad Católica, explica que la obesidad es una enfermedad crónica producida por un desbalance entre el gasto y la ingesta energética.
“El exceso de energía es almacenado en las células adiposas las cuales se hipertrofian y aumentan en número. Las complicaciones médicas de la obesidad son secundarias a este aumento de masa grasa y además, a los cambios metabólicos producidos por el adipocito hipertrofiado��?, explica la profesional.
La especialista indica que entre las enfermedades asociadas a la obesidad infantil figuran:
-Psicológicas: Diversos estudios han demostrado que los niños y adolescentes obesos tienen una mayor prevalencia de trastornos psicológicos y psiquiátricos, los cuales se dan más en mujeres y aumentan con la edad. “En general, los niños obesos tienen una pobre imagen de sí mismos y expresan sensaciones de inferioridad, rechazo y baja autoestima. La discriminación por parte de los compañeros desencadena en ellos trastornos conductuales que los llevan al aislamiento, depresión e inactividad��?, sostiene.
La profesional agrega que la obesidad en la adolescencia tiene repercusiones sociales y económicas en la vida adulta, aún controlando variables tales como el coeficiente intelectual. Es así como los adultos jóvenes con el antecedente de obesidad infantil tienen sueldos más bajos, y menor educación, lo que se da más en mujeres que hombres.
-Ortopédicas: Durante la infancia el exceso de peso constituye una sobrecarga para el aparato locomotor, siendo frecuente encontrar en los niños obesos algunos trastornos ortopédicos, como el genu valgo (rodillas hacia adentro); la epifisolisis de la cabeza femoral (enfermedad de la cadera más frecuente de la adolescencia y que afecta especialmente a varones obesos), pie plano y enfermedad de Blount (alteración en el crecimiento normal de la tibia en la que se acentúa la angulación hacia adentro de las rodillas).
-Función Pulmonar: Son también importantes las repercusiones que la obesidad tiene sobre la función pulmonar. Estos niños pueden presentar disnea de esfuerzo ante el ejercicio físico moderado, e incluso insuficiencia respiratoria, la que se observa en los casos extremos de obesidad. Existe evidencia que la aparición de obesidad aumenta en forma significativa el riesgo de desarrollar asma en mujeres incluso sin el antecedente previo.
-Factores de riesgo cardiovascular: La obesidad infantil se asocia con la mayoría de los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular del adulto, tales como disilipidemia; hipertensión arterial; trastornos en la función ventricular izquierda; anormalidades en la función endotelial e hiperinsulinismo y/o resistencia insulinita.
-Diabetes mellitus, resistencia insulínica: La diabetes mellitus tipo 2 se asocia con la obesidad en ambos sexos y en todos los grupos étnicos. El riesgo de diabetes mellitus 2 aumenta con la severidad y la duración de la obesidad. Los niños y adolescentes obesos pueden presentar alteraciones del desarrollo puberal tales como pubertad adelantada o pubertad retrasada.
-Alteraciones menstruales: Se ha observado en algunas adolescentes obesas una relación entre obesidad y alteraciones menstruales.
-Esteatosis Hepática y Colelitiasis: La elevación de las pruebas hepáticas es un hallazgo frecuente en los niños y adolescentes obesos con alteraciones histológicas del hígado, tales como esteatosis (acumulación anormal de grasa); esteatohepatitis (inflamación grasa del hígado); que pueden progresar a fibrosis y cirrosis.
En los adolescentes con colelitiasis (inflamación de la vesícula biliar) un 50% de los casos se asocian con obesidad. La síntesis de colesterol está relacionada en forma linear con el porcentaje de grasa corporal.
Cómo evitar la obesidad desde pequeño
Según la nutrióloga Pascuala Urrejola la única forma de prevenir el sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes es cultivando hábitos alimenticios saludables que deben comenzar desde la casa.
“La edad en la cual algunos alimentos son introducidos, o las proporciones de grasas, carbohidratos o proteínas en la dieta, no influyen en forma significativa en el desarrollo de la obesidad posterior, sí influye el aporte calórico adecuado para la edad. Por ello cuando los niños comienzan a recibir aparte de sus 2 leches y 2 comidas diarias, colaciones con un alto contenido de grasa y azucares libres, este niño comenzará aumentar de peso. Ejemplo de estas colaciones son: postres de leche, papas fritas, ramitas, cereales con un alto contenido de azúcar, jugos y bebidas��?, sostiene la profesional.
Agrega que otro factor ambiental que influye en el desarrollo de la obesidad es el sedentarismo. Este estilo de vida que es consecuencia de la industrialización, ha cambiado la naturaleza de los trabajos y de las actividades de recreación.
En cuanto a qué tipo de alimentos se debe prescindir en el hogar, la nutrióloga señala que basándose en la pirámide alimenticia, la madres y jefes de hogar deben restringir alimentos altos en azúcares libres y grasa saturadas, y comer las porciones adecuadas según la edad de cereales, carnes, frutas y verduras.
“Por otro lado hay que motivar la actividad física, reduciendo además las horas de TV y computador. Se debe partir por salir a caminar, andar en bicicleta con sus hijos y eliminar frituras y los alimentos ya mencionados de la vida cotidiana, entendiendo que uno puede ingerir estos últimos en momentos ´especiales´, como fiestas, cumpleaños navidades, pero siempre con moderación?,
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