
Los trastornos vinculados al sueño se ven en todas partes. En lo personal suelo tener períodos, algunos en los que duermo bien y profundamente, pero otros en los que el insomnio se apodera de mí haciéndome pasar tres horas en la cama dando vueltas hasta volver a dormirme. Y probablemente a ti que estás leyendo esto te ocurra a veces algo similar.
Es que los tiempos que corren el sueño paga muchos de los platos que rompemos. Involuntariamente muchas veces la tensión y el estrés no nos dejan dormir, y en otros casos cortamos horas de sueño porque realmente no tenemos tiempo para cumplir con todas nuestras responsabilidades.
El único problema con esto no es únicamente que durante el día sufrimos de cansancio, sino que nuestro cuerpo y su metabolismo se ven afectados directamente con esto, e incluso podemos llegar a incrementar nuestro peso si no tenemos las horas de sueño suficientes.
Detrás de esta conclusión se encuentran un equipo de investigadores franceses del Instituto Francés para la Nutrición, quienes han observado en pacientes que sufren de insomnio una reducción de la hormona leptina (limitadora del apetito) y un aumento de la grelina (la encargada de hacernos sentir la sensación de hambre).
Básicamente hablando, si no duermes bien puedes engordar, y tus intentos de adelgazamiento pueden irse por la borda.
El sueño está subestimado hoy en día, y a decir verdad teniendo en cuenta la gravedad de los problemas que genera la falta de sueño, este es meramente anecdótico. De todos modos sirve para advertir que si no estás el tiempo suficiente en contacto con tu cama, tu barriga podría comenzar a pagar las consecuencias.
fuente: vivirsalud
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