Dieta china


Una manera distinta de cuidar tu silueta proviene de la medicina tradicional de China. La dieta china distingue a los alimentos en distintas categorías en función de su sabor, pero principalmente en función de su naturaleza. En este sentido, los alimentos pueden ser calientes, fríos, cálidos, frescos o neutros.

Basada en la filosofía del Yin y el Yang, en la que cada fenómeno tiene su par opuesto pero complementario, la naturaleza de la composición corporal del ser humano también de divide en esas categorías. De esta manera, la dieta china propone una alimentación en la que se mantenga una armonía entre los alimentos que ingerimos y nuestra constitución corporal. Cuanto más equilibrada sea la alimentación de acuerdo al organismo de cada persona, más éxito tiene la dieta china.

La dieta china clasifica, entonces, a los alimentos por su naturaleza partiendo del Yin y el Yang. Los alimentos yin son aquellas comidas frías, suaves y frescas como las comidas del agua (pescados principalmente) y las que se encuentran bajo tierra, como las zanahorias. También entran aquí el pato, el cerdo, la calabaza, remolacha, la lechuga, las espinacas, el limón, el pomelo y la sandía.

Por el otro lado, los alimentos yang son cálidos y secos. Muchos de ellos crecen en el suelo. Se trata del ajo, apio, los mejillones, el perejil, el puerro, la albahaca, las castañas. También lo integran el pollo, el cordero, las cerezas y los melocotones.

Antes de comenzar a comer tienes que averiguar tu composición corporal. Si eres una persona de composición yin, debes aumentar el consumo de alimentos yang para lograr el equilibrio. Del mismo modo, las personas yang deben alimentarse con comidas yin. El objetivo de la dieta china es lograr la compensanción de pérdidas y reducción de los excesos a través de la alimentación.

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