Una buena postura nos hace lucir más altos y delgados. Además, le brinda beneficios a nuestro cuerpo al prevenir el dolor de espalda, de cuello y de caderas. Sin embargo, no sólo tiene consecuencias físicas sino que todavía va más allá: influye en nuestra confianza. O por lo menos esa es la conclusión de un reciente estudio realizado por la Ohio State University.
Si bien nos han enseñado a sentarnos bien para dar una buena impresión a los demás parece ser que una buena postura también afectaría la manera en que nos vemos a nosotros mismos. Una buena postura nos haría sentirnos más seguros de nuestros propios pensamientos.
Estos resultados aparecen en la edición de octubre de la revista “European Journal of Social Psychology”. 71 estudiantes del estado de Ohio fueron llamados para esta investigación. Se les pidió que se sentaran con la espalda recta y también que se encorvaran. Luego se les preguntó acerca de los rasgos positivos y negativos que hubieran mostrado como un empleado hipotético.
La conclusión parece haber sido que la postura erguida les dio más confianza. Richard Petty, el principal encargado de este estudio, recalcó la importancia de la postura como un elemento clave a la hora de influir en nuestro pensamiento.
*Estos hallazgos son similares a los de un estudio previo que encontró que las personas que asentían con la cabeza tenían más confianza en sus pensamientos que aquellos que la movían hacia adelante y atrás.
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