Tras una vida de esfuerzo y trabajo, el retiro se espera con ansias. Los motivos para ello sobran, aunque sin embargo muchas personas temen que las épocas de paz y tranquilidad vengan acompañadas de un sentimiento de inactividad que desemboque en una depresión difícil de roer.
Pero no hay de qué preocuparse, pues un equipo de investigadores franceses y suecos han realizado un estudio en el que se demuestra que el retiro contribuye notablemente al bienestar de la persona, y tras dar el paso de alejamiento del trabajo se recuperan diez años de juventud.
Los investigadores trabajaron realizando un seguimiento de la salud física y mental de 14700 personas de la compañía eléctrica francesa EDF-GDF durante los siete años finales de su actividad laboral, y luego durante otros siete años más en los que se observó su calidad de vida tras el retiro.
Las conclusiones de la investigación apuntaron a la realidad de que tras el retiro las personas experimentan una sensación de revitalización total, tanto a nivel físico como a nivel mental, lo cual se traduce en un desvanecimiento de los dolores y achaques de la edad, además de unas ganas de vivir que se vuelven patentes.
Lo bueno es que esto sirve tanto para el jefe de escritorio como para el peón de fábrica. La gran mayoría de los trabajadores demostraron una mejor calidad de vida tras el retiro, y por probabilidad seguramente tanto tú como yo estemos en la bolsa (aunque a mí me falte bastante para retirarme).
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