Cerezas para el verano


Con el verano boreal agonizando aunque aún con vida, es momento de frutas de verano. Las frutas de esta estación deben contar con los requisitos de refrescarte, aportarte nutrientes y endulzar tu vida. Dentro de todas ellas hay unas que cumplen con los tres requisitos a la perfección: las cerezas.

¿Por qué comer cerezas? Hay varias razones para deleitarte con este caramelo natural. Te invitamos a conocerlas a fondo mientras degustas algunas leyendo este artículo.

En primer lugar es importante destacar lo obvio: ¡su sabor! Las cerezas son frutas absolutamente deliciosas, y quedan bien preparadas en varios platos agridulces (de hecho, es exquisita la salsa de cerezas sobre carnes rojas). Para mejor, todos los tipos de cerezas contienen un monto de calorías necesario para satisfacer tus necesidades calóricas, pero no excesivo como para perjudicar tu dieta. Además, el aporte de fibra que éstas contienen también las vuelven una fruta a considerar.


En cuanto a salud propiamente dicha, las cerezas son un fruto muy rico en flavonoides. Estos antioxidantes juegan un papel fundamental a la hora de prevenir enfermedades y mejorar la salud. Particularmente le hacen mucho bien al corazón y reducen la inflamación asociada a la arteriosclerosis, reduciendo los factores que están asociados a los problemas cardíacos.

Además, las cerezas fortalecen el sistema inmune y ayudan a deshacerte de virus estacionales como las gripes o bien simples resfriados. En cuanto a actividad física, culminar tus ejercicios con alguna cereza es una buena idea teniendo en cuenta que éstas ayudan a eliminar el dolor asociado al ejercicio. ¿Lo mejor? Jugo de cerezas: refrescante, sabroso y natural.

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