Nutrientes de la leche
¿Tienes la costumbre de beber leche en el desayuno, en la merienda o entre comidas? Lamentablemente muchos perdimos ese hábito al terminar nuestra infancia, ignorando que los nutrientes de la leche son esenciales para la salud a toda edad. Sí, es básico que los bebés y los niños consuman leche pero también los adultos la necesitamos para prevenir enfermedades como, por ejemplo, la osteoporosis, que ataca los huesos.
Si conocemos los nutrientes de la leche podremos comprender, entonces, por qué se dice que es el alimento perfecto: posee casi todas las sustancias esenciales para la nutrición humana. En VivirSalud te contamos cuáles son las propiedades de la leche para que te convenzas que este alimento debe estar en tu dieta.
La leche está compuesta de grasa, proteínas, lactosa y agua. La grasa de la leche se constituye de triglicéridos que contienen, al menos, 52 tipos de ácidos grasos; de ellos, 67% son saturados y un 33% no saturados. Mientras tanto, las proteínas de la leche son muy completas, pues contienen los ocho aminoácidos esenciales en proporciones correctas. Entre ellas, se encuentran la caseína – la más abundante y esencial para fijar el calcio en el organismo - y la proteína del suero – la lactoalbúmina y lactoglobulina – que son similares a las proteínas de la sangre. Por otro lado, nos aporta lactosa, que es el azúcar principal de la leche de casi todos los mamíferos y que no se encuentra en ningún otro alimento natural; y los minerales. La leche contiene importantes cantidades de todos los minerales necesarios en la nutrición humana, excepto cobre, hierro y manganeso.
De esta manera, podemos resumir que la leche es una excelente fuente de calcio, proteínas, fósforo, vitamina A, vitaminas del complejo B (B1, B2 y B12) y, en menor medida, también aporta hierro, cobre, manganeso, ácido nicotínico, vitamina C y vitamina D.
Y gracias a todos estos nutrientes de la leche, es un alimento que:
-Previene enfermedades como la osteoporosis, el cáncer de mama y el cáncer de colon.
-Ayuda a reducir la presión arterial y el colesterol malo, disminuyendo así los riesgos de enfermedades cardiovasculares.
-Ayuda a prevenir el estreñimiento.
-Ayuda a quemar grasas, y por tanto a adelgazar (si se trata de leche descremada)
-Reduce los riesgos de diabetes del tipo 2.
-Mejora el estado de la piel.
-Ayuda a combatir el insomnio.
¿Ahora comprendes por qué es tan importante al menos un vaso de leche en tu rutina?
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