
La cantidad aproximada de agua que debes beber depende de tu peso, nivel de actividad, temperatura y humedad de tu ambiente, y tu dieta. La dieta marca una diferencia porque si ingieres gran cantidad de comidas que ya posean algo de agua, como frutas o vegetales, no precisarás beber tanto.
Quizás has notado que cuando bebes mucha agua obtienes un aspecto “hinchado”. Hay muchas causas por las cuales ocurre esto, incluso el alto consumo de sal, pero el beber agua no es ninguna de ellas.
Hay muchas razones por las cuales hay que tomar agua, especialmente al estar a dieta:
La pérdida de peso inicial es en su mayoría de agua, entonces necesitas beber una cantidad adecuada para no deshidratarte.
El proceso de quemar calorías requiere un suministro adecuado de agua para funcionar bien, la deshidratación impide este proceso.
El quemar calorías hace que se creen toxinas, las cuales pueden ser expulsadas de tu cuerpo gracias al agua.
Mantiene el tono muscular al ayudar a los músculos a contraerse, y además lubrica las articulaciones. Una hidratación adecuada ayuda a rebajar el dolor de músculos y articulaciones cuando ejercitas.
Una dieta sana incluye una buena cantidad de fibra, pero sin agua ésta provoca constipación en lugar de regular el sistema digestivo.
El tomar agua con las comidas te calma el apetito más rápido, provocando que comas menos.
Algunos consejos importantes:
Beber otros líquidos también funciona, pero vale aclarar que los diuréticos hacen que tu cuerpo pierda agua. Actúan como diuréticos el café, las sodas, el té y el alcohol. Cuando bebes diuréticos, bebe más agua para compensar.
Cuando tienes sed, significa que ya te has deshidratado. Evita esta situación bebiendo poco, pero en lapsos seguidos.
Lo mejor que puedes ingerir cuando comienza el día son un par de vasos de agua para hidratar tu cuerpo. Es económico y más sano que cualquier producto artificial que se ve por la televisión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario