Probablemente no sea la primera vez que intentas bajar de peso. Lo has intentado pero no has encontrado una solución duradera. La razón principal es que la mayoría de las dietas no son realistas. Pretenden reducir drásticamente la cantidad de calorías que consumimos, omitiendo nuestras comidas favoritas. Sin dudas, la mejor forma de adelgazar es siguiendo un plan flexible y que se adapte a nuestro estilo de vida.
Lo importante es que realices 3 comidas y 1 o 2 bocadillos cada día. Trata de consumir de 2 a 3 porciones de proteínas magras, 3 porciones de calcio y de 3 a 5 porciones diarias de granos. Cada comida debe incluir al menos una fruta o verdura.
Centrate en los alimentos que te llenan. Es decir, aquellos que contienen grandes cantidades de agua o que son buenas fuentes de proteínas y de fibra. Las sopas y las frutas y verduras no sólo son alimentos bajos en calorías sino que además ocupan mucho espacio en nuestro estómago.
Pierde tus miedos a consumir grasas y carbohidratos. Estos no sólo hacen que tus comidas tengan mejor sabor sino que también pueden ayudarte a adelgazar. Eso se debe a que nos dan la sensación de estar satisfechos. También le dan a nuestro cuerpo la energía que necesita para mantenerse activo todo el día. Sólo asegúrate de elegir los alimentos correctos: frutas, vegetales y granos enteros y grasas saludables (de nueces, aguacates, aceitunas, pescados grasos y aceites de oliva y canola).
Los alimentos frescos no solamente son más saludables sino que saben mejor, por lo que podrás satisfacer a tu paladar más rápidamente. ¡Es menos probable que te excedas en alimentos frescos! Además, al ser bajos en sodio retienen menos agua. De todas formas, si eliges productos envasados lee la lista de ingredientes y asegurate de reconocer la mayoría de ellos.
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